El cadáver de un hombre pasó cuatro años sin ser descubierto en su casa de Madrid hasta que una comisión judicial acudió a desahuciarlo, informaron hoy medios locales.
El hallazgo tuvo lugar el 14 de noviembre, cuando un representante del juzgado y un policía acudieron a la vivienda del barrio madrileño de San Blas para desalojar a su propietario, de 56 años, por no pagar su hipoteca.
El juzgado había cortado ya el suministro de servicios básicos y había enviado varios requerimientos que no tuvieron respuesta. Al intentar ingresar en la casa y ver que nadie respondía, los funcionarios avisaron a un cerrajero que abrió la puerta.
Dentro de la vivienda encontraron el cadáver momificado, que según un informe preliminar del Instituto Anatómico Forense llevaba cuatro años muerto por causas naturales. Una nueva autopsia determinará ahora la causa y fecha exactas del deceso.
«Es increíble, pero hemos estado cuatro años conviviendo con un cadáver sin saberlo», dijeron vecinos del fallecido al diario «El Mundo. «Nadie olió nada raro, nada extraño».
El hombre era un prejubilado que vivía solo desde hacía años y tenía problemas hepáticos, según la prensa, por los que los vecinos creyeron que había fallecido en alguna internación previa. Estaba al parecer separado desde hacía tiempo y tenía una hija.






