Los colectivos LGTBIQ+ de Pamplona han expresado su indignación por el asesinato de Kayle Villar Pons, ocurrido en Iruña el lunes 8 de octubre y subrayan que este hecho hubiera coincidio además con el contexto del mes dedicado a la despatologización de las identidades trans, un momento en el que se destacó la urgencia de reflexionar sobre cómo la sociedad afronta el duelo por esta tragedia.
En un comunicado han cuestionado el incremento de la violencia dirigida contra el colectivo y su instrumentalización por parte de ciertos movimientos políticos.
Los representantes de los colectivos señalaron que la escalada de violencia no solo afecta a las personas LGTBIQ+, sino que se ve agravada por discursos que promueven la intolerancia y el odio. Según su análisis, estos discursos son difundidos por algunos medios de comunicación y partidos políticos que, al manipular la información sobre estas realidades, contribuyen a la perpetuación de prejuicios y estigmas.
La comunidad expresó que el trato insensible de la información fomenta un ambiente de discriminación que va en contra del respeto a la diversidad. Así han dejado claro que «este tipo de hechos nunca deberían ocurrir, cada vida perdida es una tragedia irreparable para la comunidad». Subrayaron que la muerte de Kayle Villar Pons ha tenido un impacto significativo no solo emocional, sino también sistémico y social, afectando a toda la comunidad LGTBIQ+ y a la sociedad navarra en su conjunto.
Reclaman más apoyo institucional
Una de las principales preocupaciones expuestas por los colectivos LGTBIQ+ es la falta de apoyo adecuado por parte de los servicios sociales locales hacia personas migrantes y en situaciones de vulnerabilidad extrema. Cuestionaron si estos servicios realmente son capaces de responder de manera efectiva a las necesidades del colectivo, especialmente ante violencias basadas en la identidad de género y sexualidad. También se preguntaron si las personas LGTBIQ+ son incluidas en los planes de acogida o si, por el contrario, son excluidas y precarizadas de forma sistemática.
Los colectivos subrayaron que esta exclusión se manifiesta en múltiples niveles, desde la falta de acceso a la educación y a condiciones laborales dignas hasta la precarización habitacional. Expresaron su preocupación por situaciones de sexilio, en las que las personas se ven obligadas a abandonar sus lugares de origen debido a la violencia y discriminación que sufren. «La sociedad debe unirse para detener la violencia hacia el colectivo LGTBIQ+ y hacia todas las personas sin importar su origen, cultura o identidad», manifestaron.
Demandan protección y reconocimiento
Los activistas hicieron un llamado urgente a la acción colectiva y a la reflexión profunda sobre cómo se puede combatir el odio y la exclusión social. Reclamaron que se pongan en marcha políticas públicas reales y efectivas que protejan a las personas LGTBIQ+, más allá de planes escritos que a menudo no se implementan adecuadamente. Solicitaron que se decreten leyes que realmente garanticen la seguridad y los derechos del colectivo. Además, insistieron en que la narrativa mediática debe cambiar radicalmente.
Denunciaron la utilización de imágenes y datos personales que vulneran la dignidad de las personas implicadas en casos como el de Kayle Villar Pons. Exigieron el uso respetuoso de los nombres sentidos de las víctimas y que los medios dejen de recurrir a prácticas que perpetúan la marginalización del colectivo.
Reclaman cambios en los medios de comunicación
Los colectivos LGTBIQ+ de Pamplona también criticaron a los medios de comunicación por el tratamiento dado a la información relacionada con la violencia contra su comunidad. Consideran que las noticias publicadas a menudo no reflejan de manera adecuada la gravedad de los ataques que enfrentan y, en cambio, ayudan a fortalecer estereotipos negativos. Insisten en que es esencial que las plataformas informativas asuman la responsabilidad de promover mensajes que contribuyan a erradicar el odio y la violencia.
Finalmente, los representantes de los colectivos exigieron «una respuesta pronta y firme» que no solo se limite a planes ineficaces, sino que implique una acción directa contra la violencia hacia el colectivo LGTBIQ+. Subrayaron que la protección y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual, son una necesidad urgente que no admite más dilaciones.
