La gestión de la muerte en las sociedades occidentales actuales centra la tesis doctoral “Reaprender a morir. Narrativas contemporáneas sobre un universal”, defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por el sociólogo Pablo Echeverría Esparza. El trabajo de investigación ha estado dirigido por el profesor del Departamento de Sociología y Trabajo Social Celso Sánchez Capdequí, también investigador del instituto I-Communitas de la UPNA.
La tesis consta de tres partes fundamentales. En primer lugar, a modo de contextualización teórica, el autor aborda la cuestión de la finitud y la trascendencia en relación con los procesos de construcción de sentido y la creatividad social. Para ello, el autor ha tomado como referencia las aportaciones de Martin Heidegger, que vincula la condición humana como ser-para-morir y de Hannah Arendt, que lo hace con ser-para-iniciar. Para el autor de la tesis, ambos postulados no son contrapuestos, sino coincidentes, en la medida en que la certeza de la muerte y la consciencia de tal mortalidad actúan como movilizadores para la acción humana, destinada al afrontamiento de la finitud y vulnerabilidad. “El ser humano, en tanto que ser crónicamente inconcluso, es también un ser en constante transformación”, apunta el autor de la tesis. “Un ser abierto a la trascendencia, siempre inacabado y proyectándose en nuevas figuraciones humanas y sociales que, entre otras cosas, le permiten afrontar de forma más efectiva su conciencia de finitud y vulnerabilidad”, indica.
Entre ellas, en el escenario moderno destaca el imaginario de salvación laica, en el que las esperanzas salvíficas ya no se depositan en un más allá eterno facilitado por la lógica religiosa, sino en una vida terrenal facilitada y constantemente mejorada por el desarrollo tecno-científico. “Aquí predomina el imperativo dromológico, es decir, la voluntad de superar barreras constantemente mediante la aceleración”, precisa el investigador. A ello se suma la necesidad de generar instantes eternos en los que se condensen y atrapen pequeños sucedáneos de salvación o libertad. “Por tanto, el progreso tecno-científico y la proliferación de experiencias intensas actúan como dos métodos simultáneos de afrontamiento de la finitud que permiten entender algunos de los cambios recientes en la gestión social de la muerte”, explica.
En el segundo capítulo de la tesis se elabora una genealogía de la figura sanadora, analizando su papel y configuración en distintos contextos socio-históricos, comenzando por el chamán prehistórico hasta llegar a la figura médica tan valorada en las sociedades occidentales modernas. Como indica el autor de la tesis, las actuaciones sacerdotales e incluso chamánicas antiguamente predominantes vuelven a requeridas en cierta forma actualizada (tardo-moderna) y son de nuevo reclamadas a la figura sanadora mediante el desarrollo de capacidades empáticas, comunicativas y de comprensión multidimensional de los pacientes.
Por último, como herramienta de profundización en el análisis del escenario occidental tardo-moderno al respecto de la finitud y la muerte, se ha recurrido a la realización de 6 grupos de discusión (2 con personal sanitario y 4 con familiares de pacientes recientemente fallecidos) y al posterior análisis del discurso. En estos, se ha detectado la referencia frecuente al tabú (por parte de familiares de pacientes) o la dificultad para la aceptación (por parte de profesionales) de la muerte como elemento persistente del paradigma moderno de afrontamiento biomédico y tecno-funcional de la muerte, pero también la identificación de un evidente cambio a este respecto. “Dicho cambio, paulatino pero ya relativamente desarrollado, puede resumirse en tres factores fundamentales: una mayor visibilización y aceptación de la muerte, un mayor respeto a las voluntades y preferencias del paciente frente al anterior modelo paternalista de la medicina, y una ampliación de la mirada médica frente a su anterior ultra focalización biológica que, según se critica parecía (y en algunos caso, todavía parece) centrarse más bien en el tratamiento de enfermedades que en el cuidado de personas”, explica el autor de la tesis. “No obstante, todos estos procesos de transformación encuentran todavía resistencias desde el viejo modelo, al tiempo que nuevos riesgos derivados de su parcial concomitancia con este”, indica. “Sin duda, el imaginario de salvación laica sigue activo, aunque haya sido actualizado y rebautizado”, concluye.
Pablo Echeverría es graduado en Sociología Aplicada por la UPNA y Máster Universitario en Estudios Avanzados en Antropología Social y Cultural por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Es miembro del equipo investigador del Instituto de Investigación Social Avanzada I-Communitas (UPNA) y del grupo de investigación “Cambios sociales” de la UPNA. Durante su investigación doctoral, realizó una estancia en el Center for Cultural Sociology (CCS) of Yale University (Estados Unidos).
Ha publicado artículos y reseñas de libros en revistas especializadas como Religions, Revista Española de Investigaciones Sociológicas (REIS), Revista Española de Sociología (RES), Antropología Experimental, Revista CIDOB d’Afers Internacionals, o Revista Española de Salud Pública, además de un capítulo de libro editado por La Catarata. Sus principales líneas de investigación son la sociología de la muerte, la religión, la salud y la creatividad.
Ha ejercido como investigador principal en una investigación sobre las formas de morir en Navarra llevada a cabo para el Observatorio de Muerte Digna en Navarra. Ha realizado tareas de colaboración docente en la asignatura “Ideologías y representaciones colectivas” del Grado en Sociología Aplicada de la UPNA en los cursos 2021-2022 y 2022-2023, así como de la asignatura “Fundamentos teóricos de la sociedad industrial” del mismo Grado en el curso 2023-2024.