Un total de 36 municipios de la Comunidad Foral se han sumado a la campaña de Medio Ambiente del Gobierno Navarra que persigue sensibilizar a la población sobre la necesidad de ahorrar y hacer un uso responsable del agua en el ámbito doméstico, por razones tanto medioambientales como de salud.
Con este objetivo, y como un gesto testimonial que ilustra este propósito de una manera gráfica y cercana, estos ayuntamientos distribuirán entre su vecindario en las próximas semanas un total de 24.000 pequeños relojes de arena de 4 minutos de duración para controlar la duración de una ducha en casa. Este es el tiempo máximo de agua corriendo en el grifo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula idóneo y recomienda por criterios de higiene y salubridad de la piel.
Estos relojes irán acompañados, a su vez, de folletos e infografías explicativas (enlaces al final de la nota), en una acción de sensibilización y adaptación al cambio climático promovida en el marco del proyecto europeo LIFE NAdapta, que lidera el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, en colaboración con las entidades locales.
El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mª Aierdi; el alcalde de Huarte / Uharte anfitrión del acto, Alfredo Arruiz; otros ocho alcaldes y alcaldesas adheridos a la campaña (de Aoiz / Agoitz, Ángel Martín Unzué; Echarri / Etxarri, José María Odériz; Cáseda, Jesús Antonio Esparza; Liédena, Ricardo Murillo; Etxauri, Idoia Aritzala; Odieta, Alberto Urdániz; Luquin, Javier Martínez; Peralta / Azkoien, Juan Carlos Castillo; y Villava / Atarrabia, Mikel Oteiza), así como el director de la Oficina de Cambio Climático, Fernando Señas, han presentado hoy esta campaña en las instalaciones deportivas de Ugarrandia de Huarte.
El consejero y los y las primeras ediles han explicado los beneficios ambientales que, en un contexto de emergencia climática y escasez de agua, supondría el importante ahorro de agua que Navarra podría llegar a acumular si la población se duchara en menos de 4 minutos –frente a los 10 de promedio que se calcula se emplean actualmente-, y hacerlo además con agua tibia y no caliente. Se trata de una acción simbólica, pero con un resultado efectivo, que pretende representar el importante ahorro de agua que pueden suponer pequeños cambios de hábitos cotidianos.
Asimismo, han destacado las ventajas que, tangencialmente, esta limitación del tiempo de ducha conlleva para la salud de las personas, puesto que se evitan deterioros de la piel derivados de un exceso de agua, según las recomendaciones de la OMS.
“El incremento de la frecuencia y severidad de las sequías y la escasez de agua está siendo ya uno de los principales desafíos ambientales en este siglo y es importante y urgente que los abordemos desde las estrategias climáticas del Gobierno foral, pero también desde la acción a escala local, el ámbito más cercano a la ciudadanía, y desde la sensibilización y movilización social”, ha señalado el consejero José Mª Aierdi.
En este sentido, el titular de Medio Ambiente ha destacado “la relevancia que van a adquirir a partir de ahora las estrategias de regulación de los recursos hídricos como un bien básico, público y escaso” y ha instado “a adoptar medidas de uso racional del agua, tanto en infraestructuras de regadíos o industrias, como en acciones tan inmediatas y cercanas como el agua que utilizamos en casa”, al tiempo que ha agradecido el compromiso de los numerosos ayuntamientos navarros que se han adherido a esta campaña.
El consejero ha añadido que “también hay que tener en cuenta la energía que se usa para calentar el agua, con lo que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, además de ahorrar dinero en la factura energética, por lo que el ahorro de agua se convierte en una medida fundamental para hacer frente al cambio climático”.
La OMS estima que la media de tiempo invertido en una ducha en casa es de 10 minutos y supone un gasto de 200 litros de agua en cada sesión. Reduciendo ese tiempo a los 4 minutos propuestos, se pueden ahorrar hasta 120 litros de agua y, de esta manera, si toda la población navarra se sumase al reto, se podrían llegar a ahorrar hasta 7 millones de litros de agua en cada ducha, el equivalente a 24 piscinas olímpicas.
Los 36 municipios que se han comprometido en esta campaña de ahorro de agua son Huarte, Villava, Aranguren, Bidaurreta y Galar en la Comarca de Pamplona, así como Aoiz, Arantza, Barbarin, Beintza-Labaien, Cáseda, Ciriza / Ziritza, Donamaria, Echarri, Etxauri, Eulate, Ezprogui, Ibargoiti, Imotz, Javier, Liédena, Lónguida, Lumbier, Luquin, Milagro, Nazar, Odieta, Oláibar, Peralta, Sansol, Tiebas-Muruarte de Reta, Urraúl Alto, Urraúl Bajo, Urroz, Viana, Villafranca y Valle de Yerri / Deierri en el resto de Navarra.
La iniciativa de limitar las duchas a 4 minutos se enmarca en el Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía que la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno foral promueve a través de la sociedad pública Nasuvinsa, y en el marco del proyecto europeo LIFE NAdapta de adaptación al cambio climático.
El Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía es una iniciativa mundial por la cual los gobiernos locales se corresponsabilizan con los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero y adoptan un enfoque común para la mitigación y la adaptación al cambio climático, así como para combatir la pobreza energética. En Navarra, participan ya más de 200 municipios, coordinados por la agencia Lursarea adscrita a Nasuvinsa, y durante los últimos años vienen impulsando cientos de acciones en el ámbito local relacionadas con la mitigación de emisiones de CO2 y adaptación al cambio climático.