La Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente de La Rioja ha recibido la confirmación oficial de un resultado positivo al virus de la Influenza Aviar (conocida como gripe aviar) en un ave silvestre. Este es el primer caso detectado en la comunidad autónoma.
El animal afectado es una grulla que fue encontrada muerta el pasado 13 de noviembre en los Sotos de Alfaro. Tras recibir la notificación, los técnicos del Servicio de Ganadería realizaron una necropsia y tomaron muestras que inicialmente dieron un primer resultado positivo para el virus Influenza, tipo A, en el Laboratorio Regional de La Grajera.
De acuerdo con el protocolo establecido para la actuación frente a esta enfermedad, las muestras fueron remitidas al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde se obtuvo la confirmación oficial del resultado positivo.
Notificación y medidas de bioseguridad reforzadas en Alfaro
Una vez confirmada la presencia del virus de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), subtipo H5N1, en el ave silvestre, la Consejería procedió a la notificación a través de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE).
Además, se ha notificado la presencia del caso al Ayuntamiento de Alfaro y a los ganaderos del término municipal. En Alfaro se encuentran registradas nueve explotaciones comerciales de aves, todas ellas destinadas a la aptitud carne, con un censo considerable de pollos de engorde y aves reproductoras.
El Servicio de Ganadería de la Consejería tiene previsto realizar visitas in situ a estas explotaciones avícolas de la zona para comprobar las medidas de bioseguridad adoptadas.
Es importante destacar que la declaración de un foco de IAAP en aves silvestres no modifica el estatus oficial de la región ni requiere la aplicación de medidas adicionales más allá del refuerzo de las medidas de bioseguridad en las explotaciones. Estas medidas están especialmente dirigidas a evitar el contacto con aves silvestres. También se refuerza la vigilancia pasiva tanto en explotaciones como en aves silvestres, instando a notificar cualquier sospecha de enfermedad a los servicios veterinarios oficiales.






