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Investigadores españoles identifican el papel de unas proteínas que podrían prevenir efectos secundarios de las terapias CAR-T 

Es un procedimiento de inmunoterapia celular especialmente indicado para combatir diferentes tipos de cáncer

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  • Un artículo publicado por especialistas del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra en la revista Blood Advances presenta mecanismos moleculares

El tratamiento con células CAR-T es un procedimiento de inmunoterapia celular especialmente indicado para combatir diferentes tipos de cáncer, principalmente hematológicos. El proceso consiste en extraer ciertas células inmunes del paciente y modificarlas genéticamente en el laboratorio para dotarlas de herramientas con las que, una vez reinsertadas en el cuerpo del paciente, sean capaces de reconocer y destruir eficazmente las células tumorales.

Este procedimiento, que ofrece buenos resultados frente a determinados tipos de cáncer hematológico, produce efectos secundarios, como la citopenia: la reducción de alguna o de todas las células sanguíneas maduras que afecta a la generación de glóbulos rojos, blancos o plaquetas. Este efecto adverso es especialmente significativo en pacientes con mieloma múltiple sometidos a terapia CAR-T dirigida frente al antígeno BCMA, una diana terapéutica que expresan las células tumorales.

Un estudio publicado por investigadores del Área de Cáncer Hematológico del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) ha demostrado que esta terapia induce un estado inflamatorio que afecta negativamente a la hematopoyesis, es decir, a la propia producción de las células sanguíneas. Los resultados, que se han publicado en la revista Blood Advances, indican que la activación de las células CAR-T en presencia de las células tumorales produce una liberación de citocinas inflamatorias que participan directamente en las citopenias al afectar la producción de las células hematopoyéticas.

Según el Dr. Juan Roberto Rodríguez, investigador principal del Grupo de Terapias Inmunes del Cima Universidad de Navarra, “el objetivo de este estudio ha sido entender por qué los pacientes con mieloma múltiple, tratados con terapia CAR-T frente a BCMA, presentan unas citopenias más profundas y prolongadas que pacientes con otras enfermedades tratados de forma similar. Esto nos permitiría adelantarnos y prevenir o mitigar las consecuencias de esta complicación”.

Para ello, los investigadores del Grupo de Terapias Inmunes del Cima han realizado un análisis retrospectivo de los datos de 48 pacientes del CCUN con mieloma múltiple refractario y que ha incluido, entre otras cuestiones, la caracterización de la cinética de la citopenia y un análisis de marcadores inflamatorios. Los resultados muestran que la incidencia general de la citopenia fue del 95,7% entre los pacientes, por lo que prácticamente la totalidad de ellos experimentó esta afección. Además, el 57% presentó trombocitopenia –escasez de plaquetas– o neutropenia –reducción de los neutrófilos– de grado 3 o superior un mes después de la infusión, considerados efectos graves. Además, los investigadores han realizado experimentos en el laboratorio utilizado herramientas de secuenciación masiva, para estudiar los mecanismos moleculares que inducen este efecto.

La principal causa de estas citopenias prolongadas es la liberación de citoquinas proinflamatorias por parte de las células CAR-T que afectan directamente la formación y maduración de células sanguíneas. El Dr. Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra, explica que “esta terapia ha dado respuesta a pacientes sin opciones terapéuticas por lo que ha supuesto un gran avance en la lucha frente al cáncer. Ahora, conseguimos dar otro paso más al identificar estas proteínas que tienen un papel centrar en la toxicidad que se produce como efecto secundario. Con estos descubrimientos abrimos la posibilidad a trabajar en neutralizarlas para minimizar sus efectos y proteger la función de las células madre hematopoyéticas”.  

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