Navarra Sur

Crean un grupo de acción laboral para favorecer el empleo a colectivos vulnerables de Tudela

El SNE-NL, el Ayuntamiento de Tudela y organizaciones empresariales crean un grupo para favorecer la incorporación sociolaboral de colectivos más vulnerables La importante reducción del desempleo en un 36% en los últimos cinco años en […]

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El SNE-NL, el Ayuntamiento de Tudela y organizaciones empresariales crean un grupo para favorecer la incorporación sociolaboral de colectivos más vulnerables

La importante reducción del desempleo en un 36% en los últimos cinco años en Tudela, se centra fundamentalmente en los colectivos con mejor cualificación y tiene serias dificultades para alcanzar a los colectivos más vulnerables

La agencia de Tudela del Servicio Navarro de Empleo- Nafar Lansare, el Ayuntamiento de Tudela, el Consorcio Eder, la Asociación de Empresarios de la Ribera, ANEL Tudela y UAGN han constituido un grupo de acción para favorecer la inserción sociolaboral de los colectivos más vulnerables de la ciudad.

Esta red se ha creado en el marco el marco del proyecto ERSISI, una iniciativa piloto apoyada por el programa de empleo e innovación social de la Unión Europea que combina la atención conjunta de Servicios Sociales y del Servicio Navarro de Empleo- Nafar Lansare y de agentes sociales. Se está desarrollando, a modo piloto, en Tudela y Sakana, dos de las zonas más afectadas por la crisis económica.

El grupo ha conocido hoy tres estudios encargados por el Gobierno de Navarra para definir la “hoja de ruta” de la intervención con estas personas, ante la constatación de que la importante creación de empleo en la zona de Tudela, está llegando con mucha menor intensidad a los colectivos más vulnerables.

Los informes plantean una adaptación de las políticas de activación, así como la generación de nuevos recursos, desde servicios de transporte para favorecer la asistencia a cursos, apoyos a la conciliación para favorecer el acceso de la mujer a la formación, refuerzo de la enseñanza de castellano o formación más flexible y adaptada.

Entre los motivos de esta menor inserción figuran una reducción de las contrataciones a trabajadores y trabajadoras sin cualificación (crece por el contrario la que exigen cualificaciones técnicas y cierta especialización) y ofertas para estas personas con peores condiciones laborales. Los informes también detectan otras dificultades añadidas: edad de las personas desempleadas, periodos de largo desempleo que afectan a la motivación, roles de género o estacionalidad de muchos trabajos, entre otros factores.

Los estudios han sido avanzados hoy en Tudela tras un desayuno empresarial promovido por el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Tudela, en el que se ha informado sobre el proyecto ERSISI y las ayudas del fomento de la contratación de personas perceptoras de Renta Garantizada (RG), con hasta 1.000 euros mensuales de aportación a empresas, autónomos y autónomas y entidades sociales. La inserción a través de empresas es uno de los retos actuales, de allí la implantación de incentivos.

En la jornada han participado tres directores generales del Gobierno de Navarra: Patxi Tuñón, director general del Observatorio; Gema Manú, directora general de Inclusión y Protección Social; y Paz Fernández, directora gerente del SNE-NL; el alcalde de Tudela, Eneko Larrarte; Remedios Pablos Amado, de la Asociación de Empresarios de la Ribera; Sandra Calvo, del Consorcio EDER; y Pilar Moreno, empresaria de Pamplona que ha acercado el compromiso de su empresa con la contratación de personas perceptoras de RG.

Labor de las entidades locales y reto del sector empresarial

Los estudios presentados han sido elaborados por la UPNA “Oportunidades de Empleo en el marco del proyecto ERSISI 2”; y la consultora InPactos: “Las personas desempleadas de la Ribera ante la formación para el empleo” y un estudio cualitativo sobre “Barreras para el desarrollo de acciones formativas dirigidas a personas desempleadas en la Ribera de Navarra”.

El informe de la UPNA, segundo que realiza para el proyecto de I+D en el ámbito social, recoge cómo las tendencias de contratación en Tudela llegan en escasa cuantía a los colectivos más vulnerables, potenciales beneficiarios del proyecto Ersisi. Cerca del 26% de las personas que están siendo atendidas por el Ersisi han trabajado hasta diciembre de 2017.

El desempleo ha descendido en Tudela un 36% en los últimos cinco años. La recuperación del empleo que ha provocado que Tudela en enero de 2018 se contabilicen en torno a 2.416 personas paradas (frente a las 3.794 registradas en enero de 2013). Se aprecia una feminización del desempleo (60% del desempleo, del 70% en paro de larga duración). El porcentaje de desempleo de más de 4 años es similar a la media de Navarra, el 13% del total.

Como cabría esperar la creación de empleo ha ido a parar a aquellos desempleados más cualificados para el mercado laboral: hombres, personas jóvenes, con cualificación y nacionales, y en general personas con poco tiempo en desempleo. “La mejoría del empleo no mejora por sí sola la inserción laboral de estas personas más vulnerables”, indica el informe.

Según ha detectado la UPNA, se está reforzado el desempleo de personas paradas mayores de 45 años (49% del desempleo de Tudela y de larga duración el 65,6%). El colectivo extranjero (18% del desempleo) está en situación de desventaja en términos de calidad del empleo o de inclusión social en general. Por otro lado, el 80% de estas personas desempleadas poseen un nivel educativo inferior a la Formación Profesional.

Entre los motivos de esta insuficiente inserción figuran una reducción de las contrataciones a trabajadores y trabajadoras sin cualificación (ha descendió 6 puntos porcentuales y crece por el contrario la que exigen cualificaciones técnicas, por el creciente peso de la industria, o cierta formación: restauración, comercio o servicios personales).

También las ofertas para estas personas, adecuada a su no cualificación, presentan peores condiciones laborales, vinculadas habitualmente con situaciones de precariedad laboral (alta temporalidad, jornadas reducidas involuntarias, estacionalidad, menores ingresos, etc.).

El informe subraya el “importantísimo papel” de las entidades locales como empleadoras de los perfiles más habituales en la exclusión social. Y de cara a la inserción en la empresa privada, plantea estrategias, como colaboraciones con empresas con programas de Responsabilidad Social; economía social; o fundaciones bancarias.

El estudio plantea las siguientes propuestas:

– Necesidad de poner en marcha Empresas de Inserción. Actualmente, no existen en Tudela, y hace falta implicación del entorno social para que salgan adelante; escuela Permanente de Castellano en la zona de Tudela, menos rígida (horarios, fechas de matriculación) y permanentemente abierta; programa Integrado de Activación; potenciación de la interlocución con la comunidad magrebí para facilitar la integración social y laboral de la población femenina (barreras culturales y lingüísticas); conciliación: mayor apuesta por la generación y expansión de recursos de conciliación; movilidad: puesta en marcha de servicios de transporte que aproximen a las personas tanto a las áreas donde se encuentran los principales empleadores de cada zona, como a otros recursos formativos; acercar recursos a asesorías de las ayudas para el fomento de la contratación; formación más flexible y adaptada. Más certificados de profesionalidad de nivel 1, entre otras propuestas.

Al respecto, el SNE-NL ya está promoviendo cursos adaptados, de menor duración, con respuesta también a través de los Proyectos Singulares, de respuesta ágil a necesidades.

Barreras a la formación

En cuanto a la formación, el desconocimiento del idioma castellano (requisito para muchas acciones formativas, además), los problemas de movilidad para acceder a cursos (carné de conducir o vehículo), la falta de tiempo por dedicación a la economía sumergida o a trabajos estacionales agrarios precarios y la no cualificación digital son las principales barreras que impiden a la población desempleada de la Ribera acceder a actividades formativas.

Las propuestas son las siguientes: dar formación personalizada para perfiles concretos incluso tutorizada; prospectar las demandas formativas de las empresas; difundir los certificados de profesionalidad y conseguir más instalaciones homologadas para impartirlos; impartir formación para el sector agroalimentario en la ciudad agroalimentaria; fortalecer la formación con compromiso de contratación y las prácticas remuneradas; y crear un sistema piloto de servicio de autobús, en vez de recurrir a las becas por transporte; o mayor coordinación entre entidades.

También se ha detectado que la información sobre formación no llega adecuadamente a todos los colectivos.

Los estudios detectan entre las personas de más de 45 años un desencanto laboral, así como poca participación en acciones formativas en personas que llevan tiempo en el desempleo, gentes con problemas de desestructuración social o mayores de 55 años, desenganchados de itinerarios laborales.

El estudio recuerda que las condiciones de vulnerabilidad de los colectivos más afectados por el desempleo generan procesos de exclusión social que deben ser tenidos en cuenta a la hora de poner en marcha programas personalizados de inserción sociolaboral. Al respecto, se proponen cursos de motivación y autoestima para conseguir su plena autonomía.

Desempleo y empleo en Tudela

La realidad social de la Ribera tiene unas características que la diferencian del conjunto de Navarra. Según los estudios, presenta desde hace años un déficit social que se manifiesta en mayores tasas de abandono escolar, niveles de estudios más bajos y un mayor desempleo. Como peculiaridades propias destaca la mayor tasa de población de origen extranjero – en Tudela y en el conjunto de la Ribera supera en 3,7 y 2,4 puntos, respectivamente, la media de Navarra-, una parte de las cuales son personas con menor formación y con barreras añadidas como el idioma a la hora de lograr una plena inclusión laboral y social.

Otro factor importante ha sido el desplome de la construcción con la crisis, que hizo desaparecer 401 empresas ligadas al sector, un tercio de las existentes.

Entre la juventud se percibe una polarización, gran parte cuenta con una alta cualificación pero también hay mucha gente sin ningún nivel de estudios que incluso no conoce bien el idioma.

 

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