Con la llegada de la primavera, la piel se enfrenta a un cambio significativo tras meses de exposición a bajas temperaturas. Durante el invierno, factores como el frío, la calefacción y la reducida exposición al sol pueden generar sequedad, sensibilidad y acumulación de células muertas. Para recibir la nueva estación con una piel saludable y preparada para la exposición solar, diversos tratamientos dermatológicos pueden resultar beneficiosos.
Uno de los procedimientos que suelen recomendarse en las consultas de dermatología es el peeling químico, porque favorece la renovación celular mediante la eliminación de capas superficiales de la piel. “Con este tratamiento, es posible mejorar la textura cutánea, atenuar imperfecciones y estimular la regeneración. Se convierte en una opción ideal antes de los meses de mayor exposición solar, siempre acompañado de una adecuada protección para evitar posibles efectos adversos”, indica el Dr. Javier Pedraz, dermatólogo de IML CLINIC.
Otro procedimiento clave es la aplicación de láser para el tratamiento de manchas. Durante el invierno, la menor exposición solar permite abordar de manera efectiva hiperpigmentaciones y discromías, logrando una piel más uniforme antes de la llegada de los días soleados. La primavera es un momento propicio para complementar estos tratamientos con el uso constante de fotoprotección y dermocosmética antioxidante y adecuada a cada tipo de piel.
La hidratación profunda es otro pilar en la transición estacional. Métodos como las mesoterapias con vitaminas permiten restaurar la barrera cutánea, proporcionando elasticidad y luminosidad. La piel bien hidratada soporta mejor la exposición solar y mantiene un aspecto saludable por más tiempo.
“Para minimizar los daños solares, la protección debe intensificarse desde el inicio de la primavera. El uso de protectores solares de amplio espectro, junto con la reaplicación constante, es esencial para prevenir el fotoenvejecimiento y el desarrollo de manchas”, recalca el Dr. Pedraz. Además, la incorporación de antioxidantes en la rutina de cuidado cutáneo ayuda a combatir el estrés oxidativo generado por la radiación UV.
Preparar la piel para la llegada del sol implica una combinación de cuidados diarios con tratamientos profesionales, indicados por médicos expertos.