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El control de esfínteres

ADIÓS AL PAÑAL: Cuando el menor ya camina solo y como casi de todo, dejar de usar pañal es otra gran meta en su vida. Un paso más en su largo proceso de independencia que tiene […]

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El control de esfínteres
El control de esfínteres

ADIÓS AL PAÑAL: Cuando el menor ya camina solo y como casi de todo, dejar de usar pañal es otra gran meta en su vida. Un paso más en su largo proceso de independencia que tiene por delante. Un acontecimiento esperado por sus progenitores que sin embargo, no debe precipitarse. El control de esfínteres (saber cuándo se quiere pipí o caca) no se aprende, ye que requiere de un grado de madurez que raramente se puede esperar en un niño o niña menor de 2-3 años.

Bien entrada la segunda mitad del segundo año de vida, algunos niños y niñas comienzan a darse cuenta cuando tienen sucio el pañal incluso a saber cuando “se lo están haciendo”.

Esperar el momento adecuado hará mucho más fácil el periodo de transición. Si el niño o niña está preparado bastará con unos pocos días para que aprenda la dinámica, normalmente alrededor de dos semanas y un mes.

Al margen de la edad, hay algunos indicios que pueden ayudarnos a adivinar si nuestro hijo o hija está preparada para dar el paso:

  • Si no moja constantemente el pañal.
  • Si sus deposiciones tienen un horario más o menos regular.
  • Si avisa cuando ha mojado el pañal.
  • Si sabe decir pipí o caca.
  • Si no le gusta llevar el pañal mojado.
  • Si tiene capacidad para entender nuestras indicaciones.

  ¿CÓMO HACERLO?

Como cualquier proceso de aprendizaje, requiere de grandes dosis de paciencia y calma. Explícale qué hacer y no le regañes nunca por los “accidentes” que inevitablemente se producirán.

El váter que utilizamos las personas adultas, pueden intimidar un poco a una criatura pequeña y es poco práctico, ya que se puede caer hacia atrás. Es recomendable utilizar un orinal que puede colocarse en el mismo baño.

Explicarle para qué sirve y cómo debe sentarse, aunque al principio lo haga con ropa para familiarizarse con el artilugio. Después ya puedes sentarle para que haga algún intento en los momentos del día en que normalmente acostumbra a hacerlo (después del desayuno, después de la comida, al levantarse, antes de ir a dormir, etc.).

El siguiente pasa es quitarle el pañal y explicarle que cuando tenga pis o caca debe sentarse en el orinal, secarse después (las niñas siempre de delante hacia atrás) y lavarse las manos.

Cuando domine el uso del orinal y antes, si crees que está preparado para ello o él mismo te lo pide, puede empezar a utilizar el váter. Existen unas tapas especiales que reducen el tamaño del orificio para que les resulte más cómodo sentarse y mantener el equilibrio.

 DE DÍA Y DE NOCHE

El control nocturno es una meta que suele tardar un poco más en conseguirse. Mientras dura el proceso de aprendizaje durante el día puede seguir usando pañales de noche. Después cuando lo notes seguro o segura ya podrás empezar a prescindir de ellos. Asegúrate de que vaya al baño antes de ir a dormir, coloca un protector debajo de las sábanas para evitar que se moje el colchón si se le escapa el pis mientras duerme. No le riñas nunca si esto sucede, en lugar de eso felicítale cuando no la moje y cuéntale que esto le pasa a todo el mundo cuando deja de usar el pañal.

A la hora de pensar en esto, es importante tener en cuenta que:

  • El menor deberá estar de acuerdo y saber exactamente qué está ocurriendo (como hace noches que no mojas el pañal, ¿te gustaría probar a dormir sin él?, te pondré un plástico debajo de la sábana, así que no te preocupes si te haces pis…).
  • Durante este proceso, como en otros muchos habrá avances y retrocesos, es parte de lo esperable. No debemos preocuparnos.
  • El refuerzo positivo es beneficioso (que bien lo hiciste, casi llegamos al baño esta vez, etc.).
  • Explícale que si se despierta y tiene ganas de ir al baño, os pida ayuda.

 TRUCOS PARA HACERLO UN POCO MÁS FÁCIL

  • Ayudarle a entender qué significa hacer sus necesidades. Cuando le cambies el pañal, “has hecho pipí”, “ahora has hecho caca”.
  • Comience el proceso cuando su hijo o hija esté tranquila, sin que coincida con otras circunstancias que puedan alterarle (llegada de un hermanito, primeros días de escuela infantil, adiós al chupete, paso de cuna a una cama…).
  • Cuando consiga hacer sus necesidades en el orinal o el váter, felicítalo.
  • Cuando no lo consiga, quítale importancia y no le riñas.
  • Mantén el sentido del humor y da sugerencias, no órdenes. No le fuerces a sentarse en el orinal o el váter.
  • Facilita la autonomía de tu hijo o  hija con ropa cómoda que ella misma pueda quitarse o bajarse (evita los petos, botones…).
  • Si al cabo de dos semanas no has conseguido ningún progreso, será señal de que no está preparado aún para prescindir del pañal. Vuelve a ponérselo nuevamente e inténtalo más adelante.
  • Durante este proceso de aprendizaje, tener siempre ropa de recambio a mano (especialmente cuando se salga de casa o acuda a algún lugar).
  • Existen unos pañales sin adhesivo que pueden resultar muy útiles durante el periodo de transición que se colocan como una braguita o calzoncillo, que pueden resultar muy útiles durante este periodo. Así se lo pueden bajar y subir después de sentarse en el orinal.

 

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