La consejera de Cultura, Deporte y Turismo de Navarra, Rebeca Esnaola, ha confirmado este miércoles que la licitación destinada a mejorar la conectividad aérea del aeropuerto de Noáin-Pamplona ha quedado desierta. El anuncio llegó tras la sesión de gobierno, en la que informó al resto del Ejecutivo sobre la falta de ofertas en un procedimiento que se abrió el pasado 1 de noviembre y cuyo plazo finalizó el 1 de diciembre.
Se trataba de la primera vez que Navarra impulsaba una licitación de estas características a través de contratación pública para atraer nuevas rutas aéreas. Sin embargo, ninguna aerolínea presentó finalmente una propuesta. Esnaola explicó que el Gobierno está ya “analizando las causas” y manteniendo conversaciones con las compañías que inicialmente habían mostrado interés para conocer los motivos de su renuncia.
La consejera señaló que el contexto actual del sector aeronáutico es “especialmente complejo”, marcado por la falta de aeronaves, problemas de suministro de piezas y una fuerte competencia entre comunidades autónomas y aeropuertos limítrofes por captar conexiones. Varios precedentes recientes refuerzan esta situación: la licitación lanzada por Vitoria para conexiones con Frankfurt, París y Londres —valorada en más de seis millones— también quedó desierta, al igual que la del aeropuerto riojano de Agoncillo para un enlace con Londres y otro destino europeo.
Ante este escenario, el Gobierno foral ya trabaja en una reorientación de la estrategia. La hoja de ruta pasa por una nueva licitación “adaptada a la coyuntura actual”, en coordinación con la Mesa de la Conectividad, que se reunirá próximamente para valorar los cambios necesarios. El Ejecutivo mantiene su objetivo de que las nuevas rutas puedan estar operativas en la temporada de verano de 2026, periodo en el que las aerolíneas reajustan sus programaciones.
Preguntada por un posible aumento de la aportación económica para atraer a las compañías, Esnaola indicó que el diseño inicial de la licitación se realizó “con un análisis muy medido”, apoyado en los precios adjudicados en los últimos años y en estudios de la demanda actual y potencial de viajeros navarros. Subrayó que incrementar la oferta económica no garantiza por sí solo la viabilidad si no existe una “masa crítica” suficiente que haga rentable la operación. Con todo, incidió en que Navarra sí dispone de un volumen de viajeros relevante y uno de los índices de movilidad más altos del país.
La consejera fue tajante al afirmar que el Gobierno no entrará en una “guerra de precios coyuntural” con otras comunidades, por considerar que podría comprometer inversiones futuras y generar desequilibrios en el mercado. Sobre el número de aerolíneas con las que el Ejecutivo mantuvo contactos, prefirió no ofrecer detalles para preservar la confidencialidad de las compañías.
La licitación desierta afecta a todos los lotes, incluidos los destinados a conexiones nacionales. Pese al revés, Esnaola reafirmó el “compromiso firme” del Gobierno foral para lograr nuevas conexiones que refuercen la accesibilidad aérea de Navarra en 2026.
