El viernes 30 de agosto arrancaba con el recital de Israel Fernández desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. Un joven cantaor, que la afición navarra ha visto crecer y cuya meteórica carrera lo ha situado como una de las máximas figuras del género en la actualidad. En definitiva, una propuesta con la que la organización volvía a desafiar las fronteras del género, al reunir la juventud del cantaor con la experiencia y veteranía a la guitarra de Antonio el Relojero. Juntos hicieron las delicias de los espectadores que desde la plaza del ayuntamiento tuvieron la oportunidad de asistir a un viaje musical con parada y fonda en estilos como la soleá por bulería, la granaina y los fandangos.
A las 13:45 en el balcón del Hotel la Perla, le llegó el turno a Mara Rey. Una cantaora jerezana que pasa por ser una de las voces femeninas más talentosas y temperamentales del actual panorama flamenco. Especialmente inspirada y arrebatada, compareció para llenar de aires festeros -bulerías, tangos y bulerías- la abarrotada Plaza del Castillo. Con la complicidad, a la guitarra, de Antonio Jiménez. La mañana se cerraba a las 13:30 horas, en la librería Katakrak con una interesantísima conferencia, mediante la cual, Carlos Martín Ballester, investigador experto en patrimonio sonoro, adentró al público asistente, a través de la audición de discos de 78 rpm y de la iconográfica de la época, en la vida y en la obra de, Antonia Mercé y Luque “La Argentina”, una de las bailaoras más importantes de la historia del flamenco.
El Escenario Sabicas en el Civivox Condestable, volvió a abrir sus puertas, a las 18:30 horas, para acoger el recital de José Fermín Fernández. Un joven y autodidacta guitarrista granaino, nacido en el seno de una familia de artistas flamencos que en el año 2019 se hizo con el primer premio, en dos de los principales concursos internacionales de guitarra, el del Festival de las Minas de la Unión y el del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Lo que lo ha llevado a iniciar una prometedora carrera en solitario. El recital empezaba con una fantasía o collage por granainas que terminó desembocando en un zapateado. Continuó con un taranto y minera tras el cual saludó al público asistente. Después interpretó un toque por fandangos, antes de rematar su actuación por bulerías.
Remedios Reyes compareció a las 19:45 horas, nuevamente en el Civibox Condestable, hasta donde, por razones climatológicas se trasladó el concierto previsto para la misma hora en el Palacio Ezpeleta. La cantaora chiclanera que, antes fue bailaora en las compañías de Manuel Morao y Sara Baras, es hermana del también cantaor, Antonio Reyes, por lo que ha vivido el flamenco en su casa desde muy niña. La chiclanera llegaba a Pamplona a revalidar su condición de artista con todas las letras. Lo que sin lugar a dudas hizo secundada a la guitarra, excepcionalmente bien, por el ubetense, Julio Santiago. Arrancó por tarantos con muchísma fuerza, ajustando cada tercio al máximo que le permitían su corazón y sus pulmones. En la soleá por bulería terminó de refrendar que venía dispuesta a abrir la puerta grande de este festival. Cosa que lograría a continuación por tientos tangos y sobre todo por bulerías.
Los aficionados a la fusión y la vanguardia, que agotaron toda las entradas, también tuvieron una cita ineludible a las 20:00 horas, en el Escenario Siglo XXI donde acudieron “Al Encuentro de lo Salvaje”, de la mano de Raimundo Amador, la Kaita y Emilio Caracafé. Raimundo siempre ha sido un artista camaleónico que ha roto el molde de la música en nuestro país en varias ocasiones. Junto a Camarón, con Pata Negra y Veneno o con B.B. King. Este intuitivo gitano del sevillano del Polígono Sur es uno de los mayores responsables del desarrollo que vivió la música y la cultura de nuestro país en el último cuarto del S. XX. Quizás por ello en su ecléctica personalidad musical convivan con tanta naturalidad géneros como el flamenco, el rock, el blues o el reggae. El del Polígono Sur arrancó su concierto con Candela, de su disco Noche de Flamenco y Blues, para continuar con Hoy no estoy pa nadie, del memorable En una esquina de las Vegas, tras el que invita a salir al escenario a su “contrario”, Emilio Caracafé, con el que interpretó Camarón, del legendario disco El Blues de la Frontera de Pata Negra. El público entusiasmado jalea a Raimundo y sus músicos, cuando irrumpe en escena la Kaita, una de las voces más salvajes del flamenco que hace estallar la fiesta por tangos de la extremeña Plaza Alta. Y como “Mundi” es un veterano curtido en mil batallas, decide bajar la temperatura y al mismo tiempo subirla con una flamenquísima versión de Back to Black de Amy Winehouse, Lunático del Blues de la Frontera y el alucinante, Blues de los Niños de Pata Negra con su hijo Raimundo Jr. a la batería.
Tras el conciertazo y sin, prácticamente, tiempo para asimilarlo, se anunciaba un nuevo proyecto bajo el nombre de Electro On Fire. Un escaparate de proyectos musicales, audiovisuales, instalaciones generados a través de la colaboración y la experimentación creativa digital de artistas que utilizan el flamenco en su proceso de desarrollo, pero cuyo resultado final no es flamenco. Una puesta de largo que ha corrido a cargo del productor cordobés, Fernando Vacas, que ha hilvanado una carrera musical tremendamente amplia trabajando con grupos del calado de Russian Red, John Parish, La Negra, Lole Montoya. María de Medeiros o Rosalía.
A las 21:30 horas la programación de Baluarte, continuaba con la presentación de “Pura Sangre”, concierto inspirado en el penúltimo trabajo discográfico de Israel Fernández junto a Diego del Morao. Un trabajo introspectivo con el que el cantaor toledano nos descubre su manera de sentir y relacionarse con su universo más cercano: la familia, la cultura gitana, el amor, la naturaleza y los valores humanos. Un alegato a la verdad desde la expresión más profunda y vital de un artista consciente de encontrarse en plena etapa de madurez. Comenzaron en clave de soleá por bulerías, para continuar por mineras y tangos. Poco antes de invitar a Antonio el Relojero para que lo acompañase por granaina, antológicamente. Diego del Morao se queda sólo en el escenario para tocar por bulerías de Jerez como ningún otro. Antes de afrontar la recta final de un recital en el que Israel cantaría por malagueñas, acompañado al piano, antes de cerrar por bulerías y rematar con una tanda de fandangos que dejaron al respetable con la miel en los labios. Posiblemente porque Israel y Diego son una pareja artística que comparte la misma concepción y afinidad por el flamenco. Y quizás por ello tengan esa conexión y complicidad, que hace de sus conciertos una experiencia, extraordinariamente, especial
Aurora Vargas
La jornada la cerró, a las 23:30 horas, en el Tablao On Fire, Aurora Vargas. La sultana del compás y de la gracia, musa de los duendes morenos y torniscón del cante gitano de Sevilla, ha sido una de las grandes festejas de finales del S. XX y principios del XXI. Una artista con una personalidad tan arrolladora que llegó dispuesta a elevar el listón de una jornada que pensábamos que era imposible aupar hasta que tras templarse por alegrías, echó mano a cantar por soleá, parando el tiempo en las cuevas de Alcalá, con el justo y exacto acompañamiento del jerezano Miguel Salado. Llegaría así el momento del flamenco más festero con los tangos y las bulerías con los que esta señora del cante se levantó a bailarse y rematar cada tercio que salía de su boca. Lo que sumado a los fandangos le sirvió para abrochar una actuación que la afición de Pamplona no olvidará jamás.
Hoy, sábado 31 de agosto Flamenco On Fire continuará con su programación con los balcones del ayuntamiento y del hotel La Perla, el Escenario Sabicas y el Palacio de Ezpeleta. Un flashmove en la Plaza del Castillo, la presentación de Alzapúa II, a las 21:30 horas en el Baluarte, con Josemi Carmona, Diego del Morao, Dani de Morón y Rycardo Moreno. Y el broche de oro de la jerezana Gema Moneo a las 23:30 horas, en el Tablao del Hotel Tres Reyes.
Toda la información y entradas están disponibles en www.flamencoonfire.org