Satur es un barojiano empedernido. Siempre albergaré en mi mente su imagen y la de Gaudencio Remón barojiando juntos en tertulias de casino y en mesas redondas literarias o comidas, donde se mezclaba el vino navarro, el paisaje de Ujué y el cultivo de libros. Porque si de alguna manera podemos definir a nuestro Satur Napal es como cultivador de libros. “¡A mí lo que me gusta es hacer libros!” me dijo un día. Y yo supe positivamente que por hacer él entiende escribir, corregir, editar, presentar… Médico de profesión, para él la literatura era una forma de vida, una manera de estar pegado a la tierra y al ser humano, como Baroja. Siempre Baroja.
Conciliador, sincero, hombre de campo y de mirada firme, vivió con profundas convicciones, ligadas a valores humanos que nunca pasarán de moda: la honestidad y la integridad. La profesión de facultativo en el ámbito de la Urología le llevó a un amplio conocimiento de su especialidad y a un sentido pragmático de la existencia. La literatura le solazaba y le convertía en un agricultor de oraciones y párrafos, que regaba con la paciencia del que ama a la tierra y a la palabra con el mismo ímpetu arrollador.
Entre sus obras, Navarra tierra de toros, casta navarra, Un caserón en Castilfrío, Itineraios barojianos por Navarra o El encierro de Pamplona y sus protagonistas. Estos Sanfermines 2024 no serán lo mismo sin tu presencia, Satur. Todavía recordamos tu conferencia “Quiero editar un libro”, donde te pronunciabas más como artesano de las Letras Navarras que como experto, porque a ti lo que te gusta es la simiente; esa palabra precisa que de tan auténtica se vale sola por sí misma. ¿Para qué los artificios, querido Satur, verdad? Si en lo auténtico está todo. Lo aprendimos de ti.
Tu autenticidad es precisamente lo que hace que estés entre nosotros hoy y siempre, aunque te nos hayas ido, de forma tan repentina y tan injusta. Estás y estarás. Junto a nosotros, los escritores y escritoras de Navarra. Y contigo, Tomás Yerro, Mario Zunzarren, Julia Guerra, Javier Rey.
Todos juntos convocados en la mesa de las Letras Navarras para hablar de Baroja o de lo que tú quieras.
Un abrazo, María Jesús, esposa y amiga de Saturnino, también artesana de las letras, que acompañó siempre a este navarro ejemplar.
Descanse en paz.
Fátima Frutos
Escritora e Investigadora académica