Baluarte ha acogido el primer acto público organizado por el Gobierno de Navarra, y presidido por la vicepresidenta Ana Ollo y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, al amparo de la Ley Foral 16/2019, de 26 de marzo de Reconocimiento y Reparación de víctimas de violencia de motivación política provocada por actos de grupos de extrema derecha o funcionarios públicos en el que han participado las doce primeras víctimas reconocidas tras un informe de la Comisión puesta en marcha a tal efecto. La vicepresidenta Ollo se ha dirigido a estas personas señalando que “este es un acto de reconocimiento y reparación a quienes sufristeis en el pasado un daño y una violencia ilegítima e injustificable. Un acto en el que desde el Gobierno -ha señalado- reconocemos que solo admitiendo este daño en el presente se podrá construir en el futuro una sociedad verdaderamente democrática y en paz. Sabemos que este reconocimiento llega tarde y para vosotros y vosotras, de forma incompleta. Y aunque sea difícil cerrar esas heridas, espero que este acto contribuya a ese reconocimiento y reparación largamente esperado”.
De esta forma el Gobierno de Navarra -desde una “visión integral, sin equiparaciones ni diluciones”- avanza en el reconocimiento y reparación de todas las víctimas, teniendo en cuenta sus propios contextos victimológicos diferentes y dentro de su apuesta global por la convivencia y la memoria democrática y en la construcción de una sociedad en paz basada en el respeto a los derechos humanos y la deslegitimación de toda violencia”. De hecho, como ya es sabido, el Ejecutivo ya venía aplicando tanto la Ley Foral 9/2010, de 28 de abril, de Ayuda a las víctimas del Terrorismo, como la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936 que abordan los otros dos contextos victimológicos.
Participación de instituciones, asociaciones y víctimas
En el acto han participado, además de las víctimas acompañadas de familiares y su entorno más cercano, los miembros de la Comisión de Reconocimiento y Reparación que están tratando los distintos expedientes y solicitudes de víctimas. También han estado presentes representantes de distintas instituciones (Parlamento de Navarra, FNMyC, Defensor del Pueblo, universidades, sindicatos…) así como asociaciones vinculadas al ámbito de los derechos humanos.
El acto -que ha contado con el acompañamiento musical de Javier Olabarrieta y Maria Jesus Abaigar - se ha iniciado con la intervención de Guillermo Múgica, miembro del Foro Gogoa, Solasbide y premio Día Internacional de la Paz 2021, quien ha señalado que “Memoria y Convivencia no son solo una pareja bien avenida, sino que están de hecho bien matrimoniadas y en un camino de ida y vuelta”. “En primer -ha señalado este referente en derechos humanos- necesitamos y queremos Memoria para convivir y, al mismo tiempo, necesitamos y queremos una Convivencia con Memoria”
En el espacio para intervenciones y testimonios desde el ámbito de las propias víctimas, han intervenido Txaro Arregi e Idoia Zabalza, hermanas de las dos víctimas mortales reconocidas en el acto, Mikel Arregi y Mikel Zabalza. En el caso de la primera es además la pareja de Josu Imaz, víctima de violencia física y psicológica por parte de funcionarios públicos y también de grupos de extrema derecha. También han tomado la palabra Josu Irañeta (miembro de la Red de la Tortura y víctima de violencia física y psicológica causada por funcionarios públicos) y Fermín Ilundain herido de bala en los hechos de los Sanfermines de 1978.
A continuación, el presidente de la Comisión de Reconocimiento y Reparación, Martín Zabalza, ha agradecido el trabajo de todos sus miembros, quienes -según ha señalado- han ejercitado las funciones marcadas por la ley, desde la “autonomía y plena independencia”, con “objetividad, profesionalidad, integridad, imparcialidad, confidencialidad y sometimiento al ordenamiento jurídico”. Además de poner en valor la labor de la Comisión, ha considerado que todo este proceso de reconocimiento y reparación que se está desarrollando en Navarra puede ser “un ejemplo de buena práctica nacional e internacional para la construcción de espacios de convivencia democrática basados en la universalización de los Derechos Humanos y la consolidación de una paz justa y sobre todo en un deseo compartido por la inmensa mayoría de la sociedad: que no se repitan acciones inhumanas, que producen tanto dolor”.
Por último, la vicepresidenta Ana Ollo, ha agradecido las aportaciones de las víctimas y también ha tenido unas palabras para el resto de las personas reconocidas en esta primera fase y presentes en el acto que ha enmarcado dentro de la política pública integral de memoria y convivencia del Gobierno de Navarra y del acuerdo programático que lo sustenta. Un gobierno que también ha estado representado también por la vicepresidenta tercera Begoña Alfaro.
“Conocéis muy bien -ha dicho- lo que ha significado el olvido institucional, la invisibilización de vuestra victimización y la revictimización que supone la desmemoria. Porque durante muchos años las instituciones navarras hemos vivido de espaldas a vuestro dolor.” Por ello, la vicepresidenta ha calificado este día como un “día muy importante en donde la verdad de las víctimas, vuestra verdad, es lo que hoy reconocemos. Una verdad que tiene que incorporar un reconocimiento explícito de su injusticia y de restauración de la dignidad”.
“Vuestras historias de sufrimiento -ha agregado- también pueden aportarnos elementos de reflexión sobre cuestiones que nos implican a todos y todas. Y así, sentar las bases de una democracia más sólida y capaz de generar espacios de convivencia. Cimentada siempre en el respeto a los derechos y la dignidad humana, desde el rechazo y deslegitimación de toda violencia con fines políticos”.
En este sentido, la vicepresidenta ha realizado un llamamiento a “reforzar, restañar y apuntalar un contrato social entre ciudadanía e instituciones. Y hacerlo en el complejo contexto actual, entendiendo que sin verdad, justicia y reparación a las víctimas no se puede construir o mantener una democracia capaz de superar todos los retos que debe afrontar”. “Sin memoria no hay futuro”, ha concluido tras poner en valor las políticas públicas de memoria.
La Comisión continúa trabajando más solicitudes y expedientes de víctimas
Como es sabido, en entre primeros doce reconocimientos se encuentran dos personas fallecidas como consecuencia de la violencia ejercida en distintas circunstancias; tres personas heridas por arma de fuego de diferente consideración en el entorno de los hechos acaecidos durante las fiestas de San Fermín 1978 y otra víctima más que sufrió daños graves por exceso o mal uso de material antidisturbios en una carga policial de un contexto temporal posterior. A estas víctimas hay que sumar otras cuatro personas que padecieron violencia física y psicológica durante su detención y otras dos personas que resultaron heridas en sendos atentados reivindicados por grupos de extrema derecha. Desde una perspectiva de género, dos de las doce víctimas son mujeres. Cronológicamente estos doce casos se extienden desde los años 1969 hasta 1994 y los hechos se produjeron en el espacio de la Comunidad Foral, salvo uno de ellos.
En cualquier caso, se trata de un proceso abierto ya que la Comisión de Reconocimiento y Reparación sigue trabajando según lo establecido en la ley, y está abordando al menos otros sesenta expedientes -a iniciativa de los afectados que solicitan su reconocimiento- que irá resolviendo dentro de su propia dinámica administrativa, que incluye también el reporte de un informe o memoria anual al Parlamento.
Según detalla la norma, “las solicitudes podrán ser promovidas y presentadas por las personas a las que se hace referencia en el ámbito subjetivo de esta ley foral y también las personas o entidades que hayan tenido conocimiento directo y riguroso de hechos que entren dentro del ámbito de aplicación de esta ley foral”.