Esta moneda virtual permitiría cambiar la forma en que se realizan las transacciones. Los ciudadanos aún no tienen acceso al dinero público digital, pero la Unión Europea está analizando una propuesta para su posible implantación.
¿Qué sería el euro digital?
El euro digital, sería una forma de efectivo para uso minorista emitida y respaldada por el Banco Central Europeo (BCE), con formato electrónico. Sería aceptado en toda la zona euro para los pagos en tiendas, en Internet y de particular a particular.
Esta moneda digital sería una forma de dinero público, también conocido como dinero de banco central, que es el emitido por una institución pública. Esto lo diferencia de otros instrumentos financieros electrónicos como los criptoactivos o las tarjetas inteligentes, cuya validez como medio de pago no tiene el respaldo directo de ninguna institución pública.
Por otro lado, las transacciones de euros digitales entre particulares también se diferencian de los sistemas de pago sin efectivo actuales, cuya infraestructura está provista por bancos comerciales y otras entidades privadas. Aunque la casuística es variada, los sistemas de pago sin efectivo vigentes dependen, en general, de la existencia de dos depósitos bancarios entre los que se transfiere el dinero. Además, la propia transferencia es un servicio financiero cuya provisión puede implicar costes adicionales.
En el caso del euro digital, los ciudadanos podrían realizar pagos entre monederos digitales sin necesidad involucrar cuentas bancarias, y mediante un sistema operado de forma neutral y sin costes: algo muy similar al uso de dinero físico, pero de forma íntegramente electrónica.
¿Cómo funcionaría?
Un euro digital se almacenaría en un monedero electrónico creado en el banco o en un intermediario público. A continuación, el usuario podría depositar dinero en él, a través de una cuenta bancaria o mediante efectivo. A partir de ese momento sería posible realizar cualquier pago electrónico de forma gratuita utilizando el teléfono o una tarjeta, con conexión o sin ella.
¿Sustituiría al efectivo?
La nueva moneda virtual no sustituiría al dinero en efectivo, sino que se trata de un complemento al medio de pago tradicional. El efectivo continuaría estando disponible en la eurozona, al igual que otros medios de pago electrónicos privados que ya se utilizan hoy en día.
¿Cuáles serían los beneficios del euro digital?
El 55% de los consumidores de la zona euro prefieren ya los pagos electrónicos, según los últimos datos del BCE. Por eso, la Unión Europea está estudiando la posible introducción del euro digital para combinar las ventajas del dinero público con las de los pagos en el ámbito digital.
Algunos de los beneficios del euro digital serían los siguientes:
Eficiencia: una de las principales ventajas del euro digital sería su capacidad para agilizar el proceso de transferencia de dinero. Las transacciones podrían completarse instantáneamente, eliminando los retrasos asociados con los sistemas de pago tradicionales.
Inclusión financiera: el euro digital tendría el potencial de aumentar la inclusión financiera al permitir que personas que no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales participen en la economía digital.
Reducción de costes: al eliminar intermediarios y simplificar los procesos de liquidación, el euro digital contaría con el potencial de eliminar los costes asociados a las transacciones.
Privacidad: el euro digital proporcionaría un grado de privacidad mayor que el de otros métodos de pago digitales. Por diseño, no se podría identificar a particulares a través de sus operaciones, y se garantizaría la posibilidad que los datos personales de los pagos solo fueran conocidos por el ordenante y el beneficiario.
Política monetaria: el euro digital también ofrecería nuevas herramientas para la política monetaria, permitiendo al BCE influir directamente en la economía ajustando la oferta de dinero de manera más precisa.
¿Cuándo podría ser una realidad?
En julio de 2021, el Banco Central Europeo inició la fase de investigación del proyecto del euro digital, que concluyó en octubre de 2023.
De forma paralela, en junio de 2023, la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa para un posible euro digital.
La fase de preparación y experimentación en el BCE comenzó en noviembre de 2023 y podrá durar alrededor de tres años. Sin embargo, el inicio de esta nueva fase no supone necesariamente el lanzamiento del euro digital.
Es necesario que el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo adopten previamente el marco legislativo pertinente para que el BCE decida si introduce o no esta nueva forma digital de dinero.