Figuras del Gobierno español de Mariano Rajoy y de la oposición en Cataluña atribuyen a la incertidumbre creada por el plan independentista en la región el hecho de que Barcelona fracasara en su intento de convertirse en nueva sede de la Agencia Europea de Medicamento (EMA).
«La Agencia Europea del Medicamento no viene a Barcelona. La mejor candidatura no ha podido vencer la imagen de una Generalitat jugando a ser una república y unos políticos insultando al resto de España y a las autoridades europeas. Una lástima», escribió en Twitter Xavier García Albiol, líder del Partido Popular (PP) de Rajoy en Cataluña.
El coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo, sostuvo en la misma red social: «Esperemos que este sea el último efecto negativo del proceso independentista. Enhorabuena Puigdemont», mientras que Albert Rivera, líder del partido liberal Ciudadanos, lamentó: «Qué rabia que el golpe separatista nos deje a los barceloneses y a España sin esta sede europea. Paremos esta ruina».
Barcelona partía como una de las favoritas para convertirse en la nueva sede de la EMA después de su salida forzada de Reino Unido por el «Brexit». La capital catalana, sin embargo, quedó hoy descartada en la primera ronda de votación en Bruselas. En la ronda final quedaron Milán, Ámsterdam y Copenhague.
Diversas voces dentro de la Unión Europea (UE) habían avisado los últimos días que la incertidumbre creada por el plan independentista del ya destituido «Govern» de Carles Puigdemont representaba un obstáculo decisivo para la candidatura barcelonesa. Más de 2.000 empresas salieron ya de Cataluña por el mismo motivo.
«Si no fuera por el independentismo, Barcelona lo tendría muy fácil porque es la mejor. Nos hubiera sido más fácil tener más votos», dijo recientemente la ministra española de Sanidad, Dolors Montserrat, que siempre defendió a Barcelona como «la mejor candidatura técnicamente».
La agencia, responsable de la aprobación de nuevos fármacos en la UE, emplea a unas 900 personas. La candidatura de Barcelona contó por eso con el apoyo unánime del Gobierno de Rajoy, el catalán y el del ayuntamiento de la ciudad, aunque la grave crisis institucional abierta por el plan soberanista resquebrajó esa unidad.
Sin aludir directamente al independentismo, el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, lamentó el traspié de Barcelona. «Era una gran candidata para la EMA. Pero esto no nos va a detener», escribió en Twitter. «Seguiremos trabajando para mejorar cada día nuestro país. La estabilidad y la unidad son un valor hoy más que nunca».
