La actitud de los jóvenes de Mendillorri ha sido ejemplar. De hecho, el Departamento de Salud del Gobierno ha destacado la “buena respuesta” de la población de la zona
Mendillorri se ha convertido en uno de los barrios más afectados por la Covid-19 en la población joven. Los 13.000 mil habitantes que componen este barrio de Pamplona han tenido que habituarse de nuevo a las duras restricciones de la fase 2. El aforo de los comercios se ha reducido, las reuniones en grupo han disminuido a un máximo de diez personas, los parques han sido precintados de nuevo y las fuentes privadas de agua. Hasta el momento es el único barrio de la Comunidad de Pamplona en fase 2, lo que puede afectar de manera agravante a los pequeños comercios locales.
L.J., una joven de 23 años, ante la decisión de este retroceso opina que haber vuelto a la fase dos le parece una acción muy buena, ya que es la forma que tienen los jóvenes de darse cuenta de las consecuencias de sus actos. Aunque considera que la imagen que se está dando del barrio no es la acertada, se están dramatizando mucho los hechos y tachando a los jóvenes de Mendillorri como irresponsables y no es así, como en cualquier sitio hay de todo. Por el contrario Pamela Volcov, de 21 años, afirmó que la fase dos era innecesaria porque ya se habían tomado las medidas necesarias en cuanto la situación comenzó a empeorar.
Tras la decisión del Gobierno de Navarra de retroceder a fase 2 por prevención del virus, solicitaron a los jóvenes del barrio, entre 17 y 28 años, que se realizasen las pruebas PCR de manera voluntaria. Los test se han llevado a cabo el pasado jueves y viernes, acumulando alrededor de mil pruebas PCR, y concluirán este sábado en el Instituto de Educación Secundaria de Mendillorri. Se ha contado con la colaboración de DYA y Cruz Roja para el desarrollo de ellas. “Solicité la cita a través de los números ofrecidos por los medios de comunicación y la verdad que el trato fue muy correcto”, explica Saioa García, una joven de 21 años. Afirma que decidió hacerse la prueba por precaución y para prevenir el contagio a sus familiares, ya que son personas de riesgo y hacerse la prueba le suponía un alivio. También deja claro que la imagen que están proyectando ciertos medios de comunicación es totalmente errónea. “Se nos juzga sobre todo tachándonos de irresponsables cuando realmente todos los ciudadanos se han saltado las normas y se han relajado con el tema de la pandemia”, recalca García.
La respuesta por parte de los jóvenes ha sido más que impecable. Tanto que incluso el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha anunciado que se han agotado las citas previas para realizarse las pruebas y ha destacado la “buena respuesta” de la población del barrio de Mendillorri. Estos test son necesarios para obtener una imagen epidemiológica contrastada de la situación en la que se encuentran. Se trata de concretar donde se encuentra el foco del contagio para poder cortar la propagación del virus entre la población de la zona e implantar las medidas necesarias.
El Departamento de Salud estimó que alrededor de 1.200 personas se encontraban confinadas en el barrio de Mendillorri. Edurne Hualde es una joven de 20 años que ha sufrido las consecuencias de estar en contacto con personas positivas por coronavirus.“Tuve que hacerme la prueba porque había estado en contacto con un positivo, la persona afectada dio mi nombre y me pusieron en una lista, poco después me llamaron para hacerme el test”, ha afirmado la joven. Ha tenido que estar confinada durante doce días, ya que el contacto lo tuvo varios días antes de realizarse la prueba. “Es raro estar sola en casa cuando la gente está en la calle, pero no me quejo”, concluye.
Según los últimos datos oficiales del Departamento de Salud de Navarra, Mendillorri registra un total 152 casos positivos por coronavirus, por el momento. Solo queda esperar y ver como evoluciona este mini confinamiento.